viernes, 20 de enero de 2017

¿Que hay para gordas maduras en las rebajas?

Las rebajas llegaron este año a Valencia, como es su costumbre, puntualmente, el 7 de enero, primer día laborable después del Día de Reyes, y se prolongarán hasta el 12 de marzo presumiblemente. Dicen los expertos que esta vez los españoles no van a tirar demasiado de este tiempo de descuentos para hacer nuestras compras, pues la economía familiar ha mejorado y sólo vamos a aprovechar para pillar algunas gangas que estaban fuera de nuestro alcance al comienzo de la temporada (como debe ser, según también los expertos, para no arrastrarnos a un período de compras compulsivas).



De todas formas, hay un sector de la sociedad al que ir de rebajas, y de compras en general, es bastante comprometido, y me refiero a las gorditas xxx. No pretendo insultar a nadie ni por supuesto reírme del físico de nadie, puesto que el asunto no es cosa de broma; el exceso de peso no siempre significa un exceso de gula, y los kilos de más pueden venir por cualquier tema de salud, incluyendo la mala alimentación, que también lo es aunque lo enmascaremos de otra cosa.

Cuando eres una jovencita, a pesar de que puedas sufrir de cierto grado de obesidad, siempre puedes tirar de algunas tiendas que ofrecen prendas en tallas XL; por suerte, cada vez son más, y por eso puedes hacerte con alguna ropa de temporada que además te quede bien, a un precio muy razonable puesto que de no venderse se convertirían en exceso de stock. Además, quieras que no estas chicas se están poniendo de moda gracias al porno, que cada vez más ofrece en sus categorías vídeos del tipo "anal gorditas", y que tienen mucho éxito, así que por ese lado no todo está perdido cuando te vas de rebajas.

Pero si por contra ya tienes una edad madura, y te has convertido de una vez en una de esas gordas culonas, la cosa es más complicada, e irte de tiendas en época de rebajas puede causarte una depresión sin darte cuenta. Unos modelos que no favorecen demasiado, reducidos a las tiendas llamadas de "tallas grandes", que no son muy favorecedores, y que encima no suelen ser fáciles de encontrar. En fin, que la cosa se vuelve espinosa; tú sales de casa con un par de amigas de peso más equilibrado, con unos billetes en tu bolso ahorrados con gran esfuerzo para ese momento, y cuando habéis recorrido las tiendas durante un par de horas, ellas ya llevan varias bolsas, y tú unas tremendas ganas de llorar, diciéndote una vez más que te vas a apuntar al gimnasio.

Esa es una promesa que pronto se olvida, seas una persona obesa o no. Pero eso no quita que, en ese momento de mal trago, tú te la hagas con la convicción de cumplirla. Meter un culo gordo en un pantalón de moda es una tarea casi imposible, porque además los diseños actuales no son los mejores para ese propósito. ¿Y si para colmo lo intentan las negras maduras, que suelen tener los traseros más anchos que otras razas? Como digo, misión imposible.

Es necesario que alguien en el mundo de la moda, la confección o el diseño esté dispuesto a cambiar las cosas. Es cierto que ya se hacen algunos desfiles de tallas oversize, pero no nos engañemos, son modelos de alta costura que cuestan una pasta gansa, algo muy alejado de la economía de las pobres clientas morcillonas que suelen aparecer por las rebajas. Estas señoras necesitan una clase de prendas especial, que no sean de colores apagados; y que aunque no marquen curvas, que en su caso serian michelines, sí hagan que sus cuerpos parezcan los de una mujer, y no una morsa amorfa.

Seguramente eso no venda demasiado en las altas esferas de la moda, pero a nivel de calle, seguro que las tiendas de ropa empiezan a forrarse cuando por fin las maduras pasadas de peso puedan acceder a prendas que realmente quieran ponerse, además de tener que hacerlo. Si hay algún economista leyendo esto, o alguien relacionado con este mundillo, le pediría que por favor estudiara el caso.

Mientras tanto, jóvenes, maduritas y maduras, gordas, delgadas o inmensas, no dudéis en iros de rebajas. Esta puede ser una buena ocasión de pasar una buena tarde, y aunque no compréis nada, siempre podréis decir eso de "que me quiten lo bailao".